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Paso 1.- preparación del terreno
Nos podemos encontrar con dos tipos de terrenos para la aplicación del hormigón impreso: rígidos, ya sean hormigón, asfalto o cemento y suelos blandos de tierra. En el primer caso, lo tenemos claro, ya tenemos un soporte rígido, donde por regla general, no vamos a tener hundimientos del terreno y los cuales suelen estar nivelados.
Si estuvieran estos terrenos rígidos muy deteriorados, sería aconsejable nivelarlos con algún mortero de reparaciones estructurales como son el Hormiplus o Hormirep, en función del tamaño del boquete a tapar. Aun así, recomendamos un mallazo entre el soporte y el hormigón nuevo y aplicar un puente de unión para hormigones o asfalto o incluso cemento, para afianzar el pegue entre ellos. Para esta opción, utilizaremos el Weberprint TP05, un magnífico puente de unión para materiales porosos.
Si tuviéramos un soporte, como puede ser la tierra o césped, nivelar y compactar el terreno, para que la capa de 10 cm de hormigón se asiente correctamente sobre el terreno. El mallazo le va a dar consistencia y fortaleza a la parte inferior del hormigón. Es en este tipo de terrenos, es donde más tenemos que hacer inca-pie en la nivelación y compactación del terreno. Es clave para que el hormigón se raje o se fisure lo menos posible. Por supuesto, si tenemos césped, hay que quitarlo por completo, nivelar y compactar el terreno.
Paso 2.- encofrado y preparación del entorno
Tanto si queremos trabajar grandes extensiones de hormigón, como si parcelamos pequeños trozos, es indispensable la utilización de encofrados para segmentar o recortar las partes a hormigonar. Existen en el mercado, varios tipos de encofrado, pero si no dispone de ellos, puede utilizar listones de madera, sujetados por clavos en el terreno. De esta manera, cuando vaya a realizar pequeños trozos de hormigonado con una hormigonera, utilizará ese mismo encofrado de madera, como juntas de dilatación.
Asegúrese, de elegir bien los listones con la altura necesaria que requiera y de un grosor resistente pero fino. Si el encofrado termina sobre soporte que no vayamos a utilizar, podemos poner listones más gruesos si los tuviéramos.